10 Feb Hacia dónde se dirigen los ciberataques en las empresas
El aumento continuo de ciberamenazas y saber que cada vez más organizaciones están siendo víctimas de ciberataques parece que, por fin, está convirtiendo a la ciberseguridad en una de las principales preocupaciones de las compañías. En este post explicamos hacia dónde se dirigen los ciberataques en las empresas para poder tomar medidas que los mitiguen.
Implantar un plan de seguridad para el entorno de Internet es clave porque en la sociedad digital actual, cada vez más transacciones se realizan online, tanto en el ámbito privado como laboral y empresarial. Los ciberdelincuentes tienen en su punto de mira a todo tipo de organización, pequeña, mediana y grande, pública y privada.
Bloquear sus sitios web, cifrar sus sistemas o acceder a datos corporativos críticos, son algunos ejemplos de ciberataques en las empresas de los que obtener importantes réditos económicos. En nuestro país poco a poco se van poniendo nombre a las víctimas: Telefónica, Correos, Ministerio de Defensa, Ayuntamientos como el de Jerez de la Frontera y Bilbao, la Cadena SER, Prosegur, Everis, hospitales como el de Torrejón (Madrid)… son solo algunos casos públicos.
Auditoria de vulnerabilidades como primera medida de protección
Virus, malware, gusanos, troyanos… las modalidades de infección son múltiples y se reproducen parece ser que, de momento, ilimitadamente. Los ciberdelincuentes se esfuerzan por introducirlos dentro de la infraestructura TI de las empresas para bloquear sistemas, aplicaciones y servicios web o robar información.
Una revisión de las vulnerabilidades de los recursos TI que forman la arquitectura TI de la organización es el primer paso para diseñar una estrategia de ciberseguridad eficaz. Esto supone implementar los parches y las actualizaciones que procedan, y modernizar el datacenter con soluciones seguras. Es decir, sustituir tecnología obsoleta por recursos que llevan incorporada tecnología de seguridad de última generación.
La desactualización de los sistemas está detrás de muchos de los ataques DDoS que bloquean la actividad de servicios web, desde páginas web corporativas a aplicaciones críticas con el consiguiente perjuicio en tiempo y dinero para la organización víctima.
Securizar el correo electrónico y el entorno cloud
El correo electrónico es la principal vía de entrada de los ciberataques en las empresas por eso en esa revisión TI debe tener una atención especial. Lo mismo ocurre con los nuevos despliegues multicloud en los que las transacciones entre unos y otros sistemas son continuas. Es imprescindible abordar la implantación de estrategias de seguridad para infraestructuras híbridas en las que se interrelacionan sistemas on-premises y en la nube.
En estas medidas de ciberseguridad para la empresa no hay que olvidarse de los dispositivos móviles desde los que se accede, cada vez con más frecuencia, a las aplicaciones críticas de negocio. El aumento de malware diseñado para estos aparatos es muy significativo.
Dentro de las ciberamenazas más letales está el malware Emotet, un troyano que nació para robar datos bancarios que utiliza miles de ganchos para colarse por el correo electrónico. En estas semanas, se le ha detectado bajo el disfraz de acciones supuestamente vinculadas a la activista medioambiental Greta Thunberg o al mismísimo Coronavirus.
Y no podemos olvidar la modalidad ransomware, que cifra sistemas y datos solicitando un rescate en bitcoins para liberarlos. Wannacry fue el más activo en 2019 y sigue muy vivo… Lee aquí ‘Cómo enfrentarse a Wannacry’.
Robo de identidades: la principal amenaza
Pero si hay una amenaza que tiene que estar en el centro del despliegue de soluciones de ciberseguridad para empresas esa es el robo de identidades.
Los ataques a los servidores DNS son un medio de obtención ilegal de credenciales que no para de crecer. Su consecuencia es el redireccionamiento hacia páginas falsas que simulan webs confiables en las que los usuarios incluyen sus datos privados. Con estos los ciberdelincuentes pueden enviar emails haciéndose pasar por otra persona, venderlos lucrativamente, utilizar tarjetas de crédito para hacer compras online, abrir nuevas tarjetas de crédito…
El ‘Fraude del CEO’ es un ciberataque que ilustra a la perfección el interés de los ciberdelincuentes por conseguir credenciales y que han sufrido (y siguen sufriendo) muchas compañías.
Tras aprovechar comportamientos irresponsables de los usuarios guardando sus claves en sitios o archivos vulnerables fáciles de hackear, o conseguirlas mediante los comentados ataques DNS, los ciberdelincuentes suplantan la identidad del CEO o de otra persona con capacidad de realizar pagos, y usando sus credenciales contacta con alguien de la compañía ordenando transacciones económicas indebidas.
Gestión de accesos e identidades para evitar el robo de credenciales
El punto de partida para evitar la sustracción de credenciales pasa por diseñar un plan de ciberseguridad desde el perímetro hasta los endpoints.
Siguiendo este planteamiento, las soluciones de gestión de accesos e identidades (IAM, Identity and Access Management) son una pieza clave en la planificación de estrategias de ciberseguridad para las organizaciones. Proporciona una visión 360º de los permisos otorgados de manera que se sabe en todo momento qué personas con qué perfiles pueden acceder a qué y desde qué dispositivos.
Además, es muy recomendable implantar la autenticación multifactor para que los procesos de validación sean seguros. La puesta en marcha de la norma de pagos PSD2 va en sintonía con estas medidas de protección.
Desplegar sistemas de alerta y análisis forense IPS y SIEM ayuda también a comprender el porqué de los ciberataques en las empresas y a tomar decisiones que impidan otros futuros.